Milf cachonda. Me llamo Miguel, tengo 26 años y empecé a trabajar en una zapatería. En ese trabajo estaba con una compañera que se llamaba María. Ella era una Milf de 44 años, madre soltera, mulata, pelo ondulado y una boca de chupona terrible.

Por otro lado, lo que más llamaba la atención de ella era su hermoso trasero. Lo tenía muy bien formado y firme, cuando caminaba era un espectáculo ver cómo se movían  semejante par de nalgas.

Trabajamos en una zapatería donde ella era mi encargada. Solo éramos ella y yo y puntualmente venía el jefe. María y yo nos llevábamos muy bien, era una mujer muy  inteligente y muy amable conmigo aunque por la diferencia de edad, no  me atreví a insinuar algo más.

No sé si a propósito o no,  siempre me deleitaba mostrándome sus culazo cuando se agachaba en frente a mi. Ya fuese por qué se caía algo o buscaba alguna cosa en el suelo. Así que siempre lograba ver ese culo muy cerca de mi.

En más de una ocasión roce sus nalgas con la mano, la primera vez fue por mero accidente pero después forzaba esos » accidentes » de forma muy sutil. Incluso en alguna ocasión con el brazo roce sus tetas, cuando acomodamos algunos zapatos. Nunca hicimos comentarios de esos roces, dado que a veces el trabajo era tan ajetreado que esos incidentes simplemente pasaban…

Ella era muy abierta de mente y hablando de varios temas, en algunas ocasiones llegamos a hablar de sexo.

Un día como muchos otros de trabajo que nos entregaron mercancía,  poco antes de cerrar por lo que nos quedamos a meter en el almacén el stock recibido. Recuerdo que aquel día María llevaba un pantalón un vestido veraniego fino, que le dejaban al descubierto sus hermosas piernas y marcaba ese gran y precioso culo. Cerramos la tienda y fuimos al almacén a acomodar la mercancía. María me recordó cómo colocar el stock, había que sacar unas cajas en especial para una entrega al día siguiente. La caja estaba ubicada justo en el centro de un bloque y debajo de todo, estaba la que necesitábamos…

No íbamos a mover todo por una caja… Así que a María se le ocurrió que yo tratara de levantar todas las cajas de arriba para que ella bajara a recoger la de abajo y la pudiera sacar.

Así lo hicimos. Ella se colocó frente a mí, se puso de rodillas y tomó la caja por los costados. Yo estaba justo detrás de ella y empecé a subir las cajas a pulso hacia arriba, por inercia yo me empuje al frente mientras ella se hacía para atrás. Eso provocaba que en momentos puntuales, su culo rozara con mi entrepierna.

Pícaramente, yo no levantaba del todo las cajas para que le costara trabajo y pudiera seguir rozando con mi paquete su perfecto trasero. Con tanto roce, obviamente no pude evitar excitarme… Le tenía muchas ganas y estar en esa posición me ponía aún más. Mi verga se empezó a empalmar por la excitante situación.  El pantalón no daba más de sí y parecía que iba a explotar! Yo miraba para abajo, mientras veía ese tremendo culo contonearse frente a mí. María dio un tirón con fuerza sacando la caja y chocando de lleno contra mi y mi paquete empalmado que se incrustó de inmediato en medio de ese par de nalgas maravillosas.

¡Uuyy! Que sorpresa… Me puse avergonzado y nervioso al sentir su reacción. Se giró aún con la caja en manos dirigiendo la mirada a mi verga.

¡¿Y eso?! – Me dijo María

-Perdón… es que…es que yo… Perdón…

No te preocupes, pero he de decirte que me sorprendiste.

-De verdad lo siento. No pude controlar la situación…

¡Uy que cosa tienes ahí! -Dijo sin dejar de mirarme la poronga María.

-No imaginé que yo provocara eso jaja – Se puso a reír.

Yo incliné la cabeza en modo afirmación y avergonzado a la vez.

Yo pensé que te gustaban más jovencitas, de tu edad. Nunca pensé que una mujer de mi edad te provoque…

-Bueno es que… No me salían las palabras y mi erección no bajaba

¡Ay jajajaja! se reía María.

-Es en serio

De repente, soltó la caja y se pegó a mí mirándome directamente a los ojos
¿de verdad te pongo?

– Afirme con un movimiento de cabeza

Mmmmm…. ¿Y por qué no me lo habías dicho antes? – Me dijo María

La tenía muy cerca, estaba super excitado y no podía articular ninguna palabra.De repente, posó su mano sobre mi verga mientras me beso lascivamente, sentí como su lengua entraba en mi boca enredándose con la suya. Yo baje mis manos a su culo mientras la empujaba hacia dentro para sentir nuestros cuerpos pegados.

Acaricié suavemente sus muslos con mi mano por debajo del vestido. Mientras ella seguía agarrando mi verga por fuera del pantalón, con más fuerza.

¿Te gusta mi amor?

-Sii… Me encanta

Hoy seré todo tuya. Puedes hacer lo que quieras conmigo…

María empezó a desabrocharme el pantalón, los bajó un poco junto a mis calzones dejando de inmediato mi verga hacia fuera. Salió disparada  completamente dura y gorda y ya estaba goteando por la excitación…

Mmmmm. Veo que me lo voy a pasar bien.. – Dijo María a ver mi verga a mil
Dio un pasos hacia atrás, mientras ella se agachaba y se puso de rodillas.
María sonreía mientras me miraba de forma lasciva y acariciaba mi punta de la verga con su lengua. Después de algunos lengüetazos, empezó a chupar la cabeza. De repente, se lo metió casi todo a la boca y empezó a tragar como una puta.Solo escuchaba como se atragantaba con mi verga, mientras salivaba y la escupía.
La sacaba y la jaleaba con ambas manos clavadas en mi culo mientras chupaba y chupaba.
Que rica esta cabrón… Me dijo María
Yo le abrí el vestido como pude, dejándola con las tetas al aire. No llevaba sostén la muy cerda..
Manosee sus tetas, mientras ella gemía y chupaba mi verga.

En un momento dado, entre en escena.
La tomé de la mano, la gire suavemente dándome su espalda y dejando su culo enfrente de mi. Le retiré la tanguita a un lado y le empecé a meter la verga a cuatro, a pelo. Como un toro embistiendo a su presa. Ella solo gritaba y gemía de placer…

De inmediato me pegue a ella besando su espalda y montándola como un perro en celo. Podía sentir la humedad de su coño en mi verga..

Dámela toda! – No para de decirme
Quiero sentirla toda dentro de mi!

Así que con una mano, la agarre de los pelos y con la otra mano, le empecé a dar cachetazos mientras la embestía como un puto loco!

-Dame mas, dame más cabrón!

No paraba de embestirla una y otra vez mientras yo disfrutaba como nunca imaginé…

Sentía sus glúteos rebotando contra mis huevos mientras seguía pidiéndome mas y mas

¡Ay qué rica está cabrón! La tienes enorme!

Hummm que rica!! Que rica cabrón!!

Si supiera María  cuántas pajas me hice con ella…. Y ahora estaba follandome esta Milf cachonda.                                         

Que rico cabrón!! Que rico !!
Si si, cabrón, así, así cabrón, así así…

-Mmm, de repente sentí como un chorro de placer salía de su cocha… La muy puta se estaba corriendo encima mío!
Esa situación me puso a mil y me estaba a punto de venir y de repente ella se giró, se puso de rodillas y me dijo:

Dame mi leche cabrón, dámela mi cabroncito, dámela!

Sentí que mi leche estaba por salir y de repente, me vacíe por completo en su boca, tetas, cuello, pelo…

Se levantó dándome un beso en la boca…Menudo cabrón, como me has follado niñato – Me dijo

Ahora, ya sabes que me tienes cuando quieras cabrón…
Nos vestimos y terminé de meter como pude las cosas que faltaban. De mientras ella se ponía un poco, luego nos fuimos…